La innovación tecnológica transforma empresas, industrias, instituciones, entornos, culturas y también, a las personas. Hoy en día, la tecnología a la que tenemos acceso representa avances asombrosos que permiten optimizar y mejorar los procesos; bien empleada, puede resultar increíblemente rentable.
Una de las mayores tendencias tecnológicas en la actualidad es la hiperautomatización, el paso más allá de la tecnología RPA (Robotic Process Automation). En este post te contamos en qué consiste.
¿Qué es la hiperautomatización?
Es el resultado de la combinación de herramientas de Inteligencia Artificial, Machine Learning y RPA, lo que permite automatizar prácticamente cualquier tarea y que el trabajo sea mucho más veloz y eficaz. La RPA se mejora con IA, lo que hace posible asumir cualquier tarea repetitiva, por muy específica y compleja que sea. La Inteligencia Artificial ayuda a generar nuevos niveles de productividad, eficiencia y rentabilidad, y esta es la principal diferencia con respecto a la automatización estándar.
Es un medio clave para la transformación digital de las empresas, ya que logra una automatización cada vez más compleja y aumenta el rendimiento de los empleados.
En definitiva, es capaz de conectar varias aplicaciones de negocios, operar con datos estructurados y desestructurados, analizar datos y tomar decisiones, así como predecir procesos y nuevas oportunidades de automatización.
Ventajas de esta tecnología
Algunos de los muchos beneficios que trae la hiperautomatización para las empresas son los siguientes:
- Reducción de costes.
- Exactitud.
- Agilidad.
- Favorece la transformación digital.
- Seguridad.
- Mayor velocidad.
- Eficiencia.
- Aumento del valor empresarial.
- Identifica nuevas oportunidades.
- Flexibilidad.
- Trabajo continuo.
- Eliminación de errores.
¿Qué puede realizar?
La RPA enriquecida con IA y Machine Learning permite automatizar procesos antes inaccesibles, como el procesamiento de datos no estructurados. Asimismo, es capaz de crear bots automáticamente, aumentar el ritmo de automatización hasta cinco veces y tener un mayor control y seguridad de los datos.
La capacidad de trabajar con datos no estructurados se traduce en el procesamiento inteligente de documentos y la capacidad de capturar, extraer y clasificar cualquier tipo de información. Esto permite aprovechar una de las principales capacidades de la IA, la toma de decisiones.
Los procesos de RPA habituales son capaces de seguir un flujo previamente definido con unos parámetros estáticos. Por ejemplo, registrar o no en el ERP de la empresa un pedido descargado de un documento de un email. Si embargo, ¿qué sucedería si la información no llega en un documento adjunto al email sino que está puesta en el cuerpo del mensaje? Gracias a la IA, y al análisis y procesado previo de gran cantidad de información similar, el proceso sería capaz de "entender" qué está escrito en el mensaje y registrar los datos del pedido aunque no estuvieran escritos de forma estandarizada en un documento tipo.
En definitiva, la hiperautomatización supone una automatización completa, incluso es capaz de predecir qué es lo siguiente. Esto trae innumerables ventajas para las empresas, que cada vez son más capaces de realizar un gran volumen de acciones en un tiempo muy reducido.