El acceso a las redes WiFi, desde nuestros dispositivos electrónicos, es un hecho cotidiano, incluso podría afirmarse que diario. Vivimos en una sociedad interconectada por las innovaciones tecnológicas, donde la información fluye de manera instantánea desde y hacia cualquier parte del mundo. Para que dicha información llegue a su destino se requiere, en la mayoría de los casos, de una conexión a Internet. 

Existen dos tipos de redes WiFi: públicas o privadas. Las redes privadas son aquellas a las que se accede con un usuario y una contraseña específicas, es decir, a las que solo pueden conectarse un número limitado de personas y eso las hace más seguras. No ocurre lo mismo con las redes públicas, a las que pueden acceder un número ilimitado de usuarios mediante el registro de una contraseña accesible al público o incluso sin necesidad de este registro. Las redes públicas, abiertas o gratuitas son inseguras pues son más vulnerables frente al ataque de terceros. 

Normalmente empleamos redes WiFi públicas en momentos de ocio y bajamos la guardia en relación con la ciberseguridad y, al estar fuera del hogar, buscamos ahorrar en el consumo de los datos móviles. Los lugares más habituales para estas conexiones son los aeropuertos, los restaurantes, los hoteles, los autobuses, las estaciones de tren, los centros comerciales e incluso las plazas públicas. 

Los dispositivos electrónicos personales contienen una gran cantidad de datos sensibles que pueden interesar a los hackers, por lo que aprovechan el acceso a este tipo de redes para lanzar sus ataques y burlar la ciberseguridad. 

¿A qué te expones al conectarte a una WiFi pública? 

Conectarse a redes no seguras supone estar en el foco de múltiples ciberatacantes y, por consiguiente, asumir el riesgo de sufrir alguno de los siguientes peligros expuestos a continuación:

  • Cabe la posibilidad de encontrarse puntos de acceso falsos. Aparentemente parecen legítimos, incluso su nombre será igual al de una red verdadera, pero la realidad es que en el momento en que accedamos a este tipo de redes falsas estaremos en peligro de que el ciberdelincuente monitorice todas nuestras acciones. 
  • Uno de los peligros más difíciles de detectar es el Man in the Middle. Esto ocurre cuando el hacker tiene la capacidad de posicionarse entre el usuario y el punto de conexión. Lo que supone que pueda acceder a todos los datos sensibles que estamos ingresando en las diferentes páginas webs o aplicaciones y quedarse con ellos para darles posteriormente un uso fraudulento. 
  • Los sniffers, empleando una técnica muy semejante a la anterior, consiguen la información que se transfiere a través de la red WiFi, mediante un software especializado y herramientas que permiten controlar lo que se hace en todo momento. Accediendo, por ejemplo, a las credenciales de inicio de sesión y pudiendo suplantar nuestra identidad. 
  • Es posible que además de acceder a los datos que proporcionamos a Internet, también puedan robar los archivos o datos personales de nuestro portátil o teléfono móvil. De modo que, tendrán acceso a información muy personal como dónde vivimos, los mensajes que compartimos con otros usuarios o nuestros próximos eventos/citaciones. 
  • Por último, en las redes WiFi públicas, al ser más fácil hackear los dispositivos, el riesgo de infectarnos con malware es muy elevado. Uno de los más frecuentes y peligrosos es el ransomware, que consiste en la petición de dinero a cambio de no hacer públicos los datos secuestrados o no eliminar ciertos documentos importantes. 

Entonces, ¿es posible evitar estos ciberataques? 

La manera más efectiva de evitar estos ataques cibernéticos es no hacer uso de las redes WiFi públicas, solo así conseguiremos protegernos de gran parte de las amenazas. Como alternativa a estas redes, podemos hacer tethering, un proceso que consiste en compartir datos desde tu teléfono móvil hacia cualquier dispositivo generando de esta manera una red WiFi privada. En caso de no poseer una tarifa de gigas propia muy elevada, podemos pedir a un amigo o familiar que nos haga tethering desde su dispositivo, siempre y cuando añada una clave para acceder. 

Si a pesar de todo esto sigues necesitando conectarte a una red WiFi pública, te recomendamos seguir estos once consejos. No podemos asegurarte que no vayas a sufrir ningún ataque, pero sí que estarás más protegido en caso de ser un objetivo de ciberdelincuencia: 

  1. Asegúrate de acceder siempre a webs con certificado SLL. Es tan sencillo como comprobar, al acceder a la página, que hay un icono de un candado junto a la URL en la barra de direcciones. 
  2. Mantén el navegador y el sistema operativo actualizados a la última versión disponible. Además de contar con un antivirus correctamente instalado. 
  3. Emplea contraseñas seguras (con más de 8 caracteres combinados entre letras mayúsculas y minúsculas, sin espacios en blanco y con caracteres especiales también), una diferente para cada plataforma y actualízalas cada tres meses. A la hora de establecer una nueva contraseña evita utilizar información personal y no la apuntes en el propio dispositivo.
  4. No accedas a redes WiFi abiertas sin credenciales de inicio de sesión. 
  5. Realiza cada semana copias de seguridad de tus documentos en un disco duro para poder recuperar la información en caso de que sea necesario.
  6. No abras correos cuyo remitente no te suene o sea sospechoso.
  7. No descargues contenido pirata. 
  8. Utilizar una VPN en tu dispositivo móvil, de manera que navegues por Internet ocultando tu dirección IP. 
  9. No inicies sesión, con usuario y contraseña, en ningún tipo de servicio mientras estés conectado, y menos si supone la descarga de información confidencial o el uso de la tarjeta de crédito. 
  10. Emplea soluciones tecnológicas como WIDS o CXO Pro.
  11. Una vez finalices tu conexión, asegúrate de eliminar todos los datos de la red en tu equipo. 

En conclusión, ser conscientes de los riesgos que existen al conectarse a una red WiFi pública es fundamental para valorar si es realmente necesario y merece la pena. Asimismo, saber la forma de disminuir los peligros aumenta la seguridad al realizar estas transacciones. 

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