Al automatizar las tareas rutinarias se logra aumentar la eficiencia del flujo de trabajo, reducir los costos y aumentar los ingresos, y por supuesto, liberar al personal de realizar tareas aburridas mejorando su grado de satisfacción laboral. Por esto, las empresas cada vez buscan más la automatización de procesos robóticos (RPA) para mejorar su productividad, calidad, eficiencia operativa y la satisfacción de sus clientes.
Pero para que el paso hacia la automatización se produzca de manera correcta y no provoque errores que dificulten su implantación y crecimiento, es crucial entender qué es lo que no hay que hacer. ¿Cuáles son los 6 fallos más comunes que las empresas cometen a la hora de implantar soluciones RPA? Veámoslos:
Los robots son la solución total
Que un robot trabaje de manera óptima y con total autonomía es la fusión de muchos factores, concretamente de la combinación correcta de herramientas de RPA, ingeniería de procesos y talento humano. Automatizar un proceso deficiente dará como resultado un resultado pobre. Para que RPA funcione, se requiere que se realice una recapacitación de la fuerza de trabajo y un programa de gestión de cambios.
Puedo hacer esto sin involucrar al departamento de IT o tecnología
Las soluciones RPA se integran, sin reemplazar, con la tecnología ya existente y no perjudica a las operaciones cotidianas de la empresa. Eso sí, se requiere de una participación significativa del equipo de TI de la empresa para asegurarse de que estén correctamente estructuradas en todos los departamentos de la misma. Si se quiere que la transformación se realice de forma óptima, rápida y eficiente, hay que involucrar a toda la empresa, y a menudo no sé hace.
Si puedo hacer un robot, puedo hacer mil
Una gran característica de RPA es la facilidad con la que las empresas pueden crear robots y probarlos. Sin embargo, aunque implementar un robot es relativamente sencillo, implementar cientos de ellos en diversos procesos e integrarlos es mucho más difícil. La puesta en marcha se debe hacer por fases, de manera gradual. Aquellas empresas que no lo hagan así desde el principio, corren el riesgo de no obtener todos los beneficios de la automatización y que la tecnología RPA proporciona.
Deja que cada uno se ocupe de lo suyo
Desde el primer día, los programas de automatización necesitan un control centralizado. Sin esto, pueden surgir una variedad de problemas que pueden dificultar que el proceso de automatización se implante correctamente con lo que no podrá crecer y fracasará.
Una vez puestos en marcha, nos podemos olvidar de los robots
Al igual que cualquier otro sistema, los robots necesitan mantenimiento y ser gestionados. Más del 70% de los robots necesitan reajustes o modificaciones dentro de los 18 meses de su despliegue inicial.
Primero el trabajo del robot, luego el de las personas
Al eliminar al trabajador de realizar tareas pesadas y aburridas lo liberamos para que se centre en realizar un trabajo más valioso y productivo. Y con el que sea más feliz. Es importante que el trabajador y el robot estén en sintonía, que trabajen y aprendan juntos. La formación en estos casos es fundamental para no causar retrasos en la puesta en marcha de la automatización y el desarrollo de la misma.