Un parte amistoso se rellena cuando se produce una colisión entre dos vehículos y hay daños materiales de por medio. Completarlo de forma correcta, es de vital importancia para que las compañías aseguradoras puedan arreglar los desperfectos de los vehículos implicados en el siniestro.
Este documento debe ser completado por ambos conductores y tiene un formato parecido al de un cuestionario, donde han de ir rellenándose diferentes campos para dejar por escrito los daños sufridos, cómo ha sucedido el incidente y los datos personales de los dos implicados. Además, su diseño en papel autocopiativo facilita que ambos puedan quedarse con una copia del mismo.
Las compañías aseguradoras reciben estos documentos en papel y tienen que extraer la información recogida en ellos para poder poner en marcha su operativa. Aun teniendo claros los contenidos que no pueden faltar en un parte amistoso, es muy probable que, por el clima de tensión asociado a un accidente de tráfico, se produzcan errores o se completen de forma poco clara.
El hecho de que haya palabras mal escritas o con una caligrafía poco legible dificulta en gran medida a las personas responsables de las aseguradoras la gestión del trámite. Tienen que invertir gran parte de su tiempo en descifrar el documento, lo que supone en muchos casos que el tiempo de resolución pase de días a semanas.
En Teknei hemos desarrollado una solución, basada en Inteligencia Artificial y Visión Artificial, para transformar los partes amistosos manuscritos en partes amistosos digitalizados.
En Teknei hemos desarrollado una solución basada en Inteligencia Artificial y Visión Artificial, aplicando la tecnología ICR (Reconocimiento de Letra Manuscrita, por sus siglas en inglés de Intelligent Character Recognition), con la que conseguimos transformar los partes amistosos manuscritos en partes amistosos digitalizados.
Emplear la tecnología ICR eleva el porcentaje de automatización de interpretación de los documentos por encima del 80%, lo que significa que el personal reduce drásticamente el tiempo dedicado a esta tarea, es decir, no tendrá que estar horas descifrando lo que el conductor ha querido escribir, el ICR lo hará por él. Esta herramienta es capaz de reconocer la letra manuscrita y hacer que esos caracteres puedan ser interpretados por un ordenador, así como detectar y transformar aquellos caracteres con escasa legibilidad o incompletos.
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