Uno de los principales motores de cambio en los últimos tiempos ha sido la tecnología. Sin embargo, sería un error sostener que su capacidad de transformación haya acabado pues aún queda mucho por descubrir en este campo. Entre las tecnologías más recientes se encuentra el IoB (Internet Of Behaviour o Internet del Comportamiento) como próxima gran tendencia tecnológica aplicable a las empresas y a la sociedad. ¡Si quieres saber más sobre ella continúa leyendo!

La implantación inminente del IoB

El término IoB puede no resultarnos muy familiar ahora, pero te recomendamos que lo retengas en la memoria porque dentro de un tiempo sí lo será. Además, aunque no seamos del todo conscientes, ya comenzamos a estar estrechamente vinculados con él a través de elementos tan cotidianos como los electrodomésticos, los coches o las aplicaciones móviles.

Aunque los dispositivos antiguos no tenían conexión vía Bluetooth o Internet, actualmente casi todos los aparatos son inteligentes y por tanto capaces de conectarse los unos con los otros, o al menos poseen potencial para hacerlo. La realidad de dispositivos y aparatos conectados es lo que se denomina IoT (Internet of Things o Internet de las Cosas), es decir, aparatos electrónicos conectados online que pueden monitorizarse, activarse o controlarse de forma remota. La evolución del IoT es el IoB, ya que estos dispositivos generan una cantidad de datos considerable. Cuantos más aparatos haya conectados, mayor serán los datos generados y, por consiguiente, la información que ponemos a disposición del analista.

Todo dispositivo que esté conectado genera información que el IoB se dedica a captar, comprender y actuar en consecuencia, combinando así los campos de la tecnología, el análisis de datos y la ciencia del comportamiento. Los principales dispositivos que reúnen estos datos son el teléfono móvil y los ordenadores, que actualmente forman parte de la vida laboral y social de casi todos los ciudadanos y que, además, para su plena funcionalidad, requieren estar conectados a Internet.

"En el año 2023 las actividades individuales del 40% de las personas se se rastrearán digitalmente desde IoB en todo el mundo" - Gartner

Un ejemplo son las aplicaciones destinadas a la actividad física y el deporte. El usuario se descarga a través de un dispositivo electrónico la aplicación y acto seguido comienza a introducir datos acerca de su medidas, hábitos y horarios. Una vez que la App ha tramitado toda esta información, facilita al cliente una nueva rutina acorde a sus objetivos, pero también ajustada a sus circunstancias personales. En caso de que varias sean las personas que utilicen esta aplicación, ya no solo se obtienen patrones individuales, sino que también masivos.

Conocer cualquier tipo de patrón de comportamiento reduce el factor improvisación y aumenta el de premeditación. Uno de los mayores fracasos en empresas está en lanzar productos sin haber establecido un previo estudio de mercado. Entender con exactitud las necesidades tecnológicas del consumidor permite optimizar los recursos hacia el diseño de una oferta y un proceso de compra conforme a lo que están demandando. De modo que, el enfoque IoB favorece a los clientes, quienes van a ver mejorada de manera significativa su customer experience y el alcance de sus deseos.

¿Qué beneficios genera para las empresas?

Los clientes no son los únicos que obtienen beneficios, las empresas también lo hacen. Toda institución tiene como objetivo comercializar sus productos o servicios de manera eficaz; cuanto más eficaces sean, más posibilidades hay de retener al consumidor final. Con el avance de la tecnología IoB esta meta cada vez está a mayor alcance, siendo algunos de sus beneficios los expuestos a continuación.

  • La recopilación de datos permite la obtención de información relevante relacionada con el cliente: sus hábitos de vida, cómo interactúan con los propios productos o servicios de la compañía e información detallada acerca del proceso de compra. Todo ello se traduce en la posibilidad de poder detectar aquello que no funciona bien y favorecer una resolución de problemas más eficiente.
  • Si conocemos el comportamiento del consumidor, podemos influir sobre él. Esta tecnología es ya empleada por aplicaciones como Google maps, quien es capaz de informarte cuando vas a coger el coche de que en tu ruta habitual ha habido un accidente y te da como alternativa otro camino para llegar a tu destino a tiempo.
  • Por último, la personalización del servicio. Al cliente le gustar sentir que sus necesidades están cubiertas, que la propia marca les considera especiales y les hace sentir como tal. Por tanto, todo proceso que pueda ser personalizado será un acierto y un punto diferencial frente a la competencia.

 

El avance de la tecnología es innegable, y su capacidad para facilitar la vida de los ciudadanos también; nos permite estar conectados, acceder rápidamente a la información o simplificar tareas, entre otras muchas ventajas. Sin embargo, el uso de las innovaciones tecnologías ha de ser responsable. El IoB, como hemos podido analizar en este post, trae consigo muchos beneficios para los clientes y las empresas, pero estas últimas han de asegurar que los datos generados solo son utilizados con los fines autorizados por el usuario.

En este sentido, es imprescindible proteger la privacidad del usuario frente al robo de información confidencial por parte de terceros o un uso indebido por parte de la empresa que la recoge. La implantación de una estrategia IoB implica una mejora de la ciberseguridad y en las buenas prácticas de las empresas. Es necesario comenzar a trabajar en la consecución de herramientas seguras que eviten el phishing o cualquier ataque en la red, para que -cuando se extienda la tecnología IoB- exista un entorno seguro y de confianza entre los usuarios y las empresas que faciliten estos servicios haciendo uso correcto de los datos de los usuarios.

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