Hace unos días leía un artículo en la red en donde varios directivos de las más importantes consultoras financieras internacionales hablaban sobre cómo la automatización de procesos mediante robots software o RPA está cambiado la forma de trabajo en las oficinas. ¿Las razones? Es la opción más rápida, más barata y más precisa para realizar tareas repetitivas.

La RPA es el uso de un robot de software para que realice el trabajo más pesado y más aburrido con el que un trabajador pierde mucho tiempo. Según Deloitte, un minuto de trabajo para un robot equivale a unos 15 minutos de trabajo para un ser humano. Las ventajas son claras y evidentes:  tienen una tasa de exactitud del cien por cien, reducen los costos entre un 25 y un 40 por ciento, permitiendo -además- que “los humanos” nos concentremos en otras tareas más productivas.  Y además trabajan 24 horas los 7 días de la semana y no se cogen vacaciones.

Por todo esto se predice que la robótica automatizará hasta el 40% del trabajo repetitivo y rutinario para 2020, según un informe de Accenture del 2015.

Y muchos ya están en ello. Ernst & Young ha construido en los últimos 18 meses un ejército de 200 robots para la práctica tributaria de la firma que ha ahorrado varios miles de horas de trabajo anual.

En KPMG llevan más de 3 años utilizado varios grados de “automatización inteligente” y predicen que en poco tiempo el uso de la automatización se sofisticará y podrá aprender de los trabajadores  gracias a los avances que vendrán en inteligencia artificial

¿Amenaza real o fantasma?

Uno de los puntos que más debate plantea es el referido a la disminución de contratos debido a la automatización, pero, ¿representan una amenaza real los robots para el trabajador?

Según KPMG, la automatización puede ayudar a abrir las puertas a las empresas para ampliar sus servicios. De alguna manera, la robótica creará más empleos porque requerirá de trabajadores expertos en tecnología y a medida que  crezca, más empresas necesitarán personal que entienda cómo funciona la automatización.
Lo que seguro que estarán los trabajadores es más contentos, ya que se habrán quitado de encima lo más pesado de hacer en sus tareas diarias.

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